Corrige de forma definitiva las mamas tuberosas con una cirugía especializada.

Mamas Tuberosas

Cirugía de mamas tuberosas

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Operación de corrección de mamas tuberosas en Barcelona y Mataró

Tiempo de intervención

2 horas

Hospitalización

Ingreso de 24 horas

Recuperación

1 Semana

Anestesia

General

Efecto

Inmediato

Resultados

Duraderos

Tratamiento

Bajo el término de mamas tuberosas se define una malformación mamaria que se caracteriza por una falta de crecimiento de la mama en toda su base o contorno, o en parte de ella, adoptando en ocasiones una forma que recuerda a la de un tubérculo de las raíces que tienen algunas plantas.

A esta anomalía también se la conoce con el nombre de mamas tubulares, mamas caprinas, mamas constreñidas, o deformidad en “hocico de Snoopy”.

La incidencia de aparición de mamas tuberosas no está suficientemente estudiada, pero sí se puede decir que es una malformación relativamente frecuente en las mujeres.

Factores a tener en cuenta antes de la cirugía

Antes de la intervención es fundamental realizar una valoración médica completa. Esta incluye una analítica de sangre, un electrocardiograma y, si es necesario, una ecografía mamaria o mamografía, para garantizar la seguridad del procedimiento.

Se recomienda dejar de fumar al menos 15 días antes y después de la cirugía, ya que el tabaco puede dificultar la cicatrización. También se revisará la medicación habitual, ya que ciertos fármacos y suplementos deben suspenderse temporalmente.

Además, se indicará el tiempo de ayuno previo y otras pautas preoperatorias. Durante esta fase también se define la técnica quirúrgica más adecuada y, en caso necesario, el tipo de prótesis a utilizar, en función de la anatomía y expectativas de cada paciente.

Beneficios de la cirugía de mamas tuberosas

  • Transformar la forma tubular o cónica del pecho en una silueta más redondeada y estética.
  • Corregir la asimetría mamaria, equilibrando tanto el volumen como la altura de ambas mamas.
  • Reducir el tamaño de las areolas cuando son grandes o están herniadas, mejorando su proporción y armonía.
  • Disminuir la separación excesiva entre los pechos, consiguiendo un escote más atractivo y uniforme.
  • Desarrollar adecuadamente el polo inferior del pecho, proporcionando una forma completa y natural.

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Causas de las mamas tuberosas

Las causas de la deformidad de la mama tuberosa son congénitas y se hacen evidentes con la llegada de la pubertad, momento en el que comienza el desarrollo mamario.

La mama está contenida en una bolsa fascial (fascia superficial), compuesta por dos capas: una superficial y otra profunda. Entre ambas se encuentran los ligamentos suspensorios de Cooper, unas bandas fibrosas que conectan estas capas fasciales con la dermis de la piel que recubre la mama.

En el caso de las mamas tuberosas, se observa una ausencia de la capa superficial de la fascia en la zona situada bajo la areola, acompañada de un engrosamiento de la fascia en el polo inferior de la mama. Esta combinación impide un desarrollo normal del tejido mamario, especialmente hacia la parte inferior, favoreciendo la aparición de la deformidad.

La intervención

La mama tuberosa suele ser una mama pequeña que ha crecido poco y deformada, por lo que para corregirla se precisa una intervención quirúrgica en la que, por un lado, se aporta volumen colocando una prótesis mamaria, y por otro, se corrige la deformidad.

Es importante que se realice el diagnóstico de la mama constreñida antes de practicar una cirugía mamaria. Es frecuente que al cirujano plástico le llegue una paciente que consulta para un aumento de mamas y que no ha reparado que presenta una mama tuberosa en mayor o menor grado. En cambio, otras pacientes refieren tener una mama “rara” cuya forma no les gusta.

En mamas pequeñas, en las que se va a practicar una mamoplastia de aumento, existe un componente de constricción y, si no se corrige, la colocación de la prótesis puede incrementar esta deformidad. En mamas más desarrolladas, con un surco alto, si no se corrige la tuberosidad, al colocar la prótesis puede producirse el “signo del doble surco” o “doble burbuja” a nivel del polo inferior de la mama.

El tratamiento quirúrgico de la mama tuberosa será variable, en función del grado de deformidad:

  • Normalmente siempre la incisión para practicar la reparación será suficiente alrededor de la areola. Mediante esta incisión periareolar, podremos reducir areolas grandes y subir mamas caídas (mastopexia periareolar). También se puede extirpar algo de tejido glandular justo bajo la areola, para así, disminuir su proyección. Además, aprovechando este abordaje podremos realizar otras técnicas de remodelación interna de los tejidos.
  • Si tenemos poca glándula mamaria, a continuación se practicarían unos cortes radiales en la base de la glándula, sobre todo, en el polo inferior, con el objetivo de que bajo la presión de la prótesis, los tejidos se abran y permitan que se produzca una correcta expansión cutánea. Es la técnica de Rees y Aston, también llamada “técnica del paraguas”.
  • Cuando el volumen mamario es mayor, la técnica del paraguas puede no ser suficiente para evitar el signo de la doble burbuja en el polo inferior. Entonces, se puede recurrir a la trasposición de tejido glandular desde el polo superior al inferior mamario, mediante un colgajo glandular reverso. Es la técnica de Puckett. En esta técnica se suele colocar la prótesis a nivel submuscular para no poner en peligro la irrigación sanguínea del colgajo. En las otras técnicas se puede optar entre poner la prótesis a nivel subglandular o submuscular.

Hay que mencionar que la técnica submuscular no es totalmente submuscular, ya que a nivel del polo inferior se desinserta el músculo pectoral para permitir que la prótesis contacte directamente con la glándula y facilite así la expansión del polo inferior.

En Clínica Dr. Arán de Barcelona y Mataró realizamos este tipo de intervención de mamas tuberosas, una operación cada día más demandada por las mujeres con esta patología.

Galería de casos

Mamas tuberosas. Mamas tuberosas moderadas (grado II). Se practicó mastopexia periareolar, reducción de areolas, cortes radiales glandulares e implantación a nivel submuscular de prótesis de 350 cc, redondas, texturadas, perfil alto. Post-operatorio a los 6 meses.

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Mamas tuberosas. Mamas tuberosas moderadas (grado II). Se practicó mastopexia periareolar, cortes radiales glandulares, extirpación parcial glandular en mama izquierda para corregir asimetría de volumen, descenso del surco submamario e implantación a nivel subglandular de prótesis de 280 cc, redondas, texturadas, perfil bajo. Post-operatorio a los 9 meses.

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Clasificación de las mamas tuberosas

La clasificación más utilizada para las mamas tuberosas es la clasificación de Grolleau, que divide la mama en cuatro cuadrantes y establece tres grados de constricción en función del grado de desarrollo mamario:

  • Grado I:
    La falta de desarrollo se limita al cuadrante inferointerno. Si el resto de la mama tiene un crecimiento adecuado, la areola puede desplazarse hacia abajo y hacia dentro.
  • Grado II:
    Existe una deficiencia en los dos cuadrantes inferiores. En estos casos, la areola suele estar orientada hacia abajo debido a la falta de soporte inferior.
  • Grado III:
    Todos los cuadrantes están afectados, con una base mamaria constreñida. Según el volumen de la mama, la deformidad puede variar desde una areola ligeramente protruida hasta la típica mama tubular: estrecha, alargada, con una areola excesivamente grande y un surco submamario elevado.

En general, cuanto mayor sea el volumen mamario, más evidente será la deformidad, especialmente en los casos de grado III.

 

 

Características anatómicas de las mamas tuberosas

En las mamas tuberosas se presenta una banda de constricción situada alrededor del complejo areola-pezón, que interfiere con el desarrollo normal del tejido mamario. Esta constricción impide que la glándula mamaria crezca hacia el polo inferior. Como resultado, la glándula encuentra menos resistencia en la zona de la areola, lo que favorece su hernia hacia el complejo areola-pezón, generando una forma anómala.

Las principales anomalías asociadas a las mamas tuberosas son:

  • Base de implantación anómala: la base mamaria presenta una forma irregular (no redondeada), con constricción del surco submamario, que suele estar más elevado y más corto de lo habitual. La distancia entre el surco submamario y el pezón es menor de lo normal.
  • Crecimiento mamario alterado: el desarrollo del tejido mamario ocurre preferentemente en los cuadrantes superiores, con escaso o nulo crecimiento en los inferiores, lo que da lugar al característico aspecto tubular de la mama.
  • Areolas agrandadas y protruídas: las areolas pueden ser de tamaño desproporcionado y presentar protrusión.
  • Alteraciones de volumen: aunque en la mayoría de los casos las mamas son pequeñas, también puede haber casos con volumen normal o incluso aumentado.
  • Asimetría mamaria: está presente en más de dos tercios de los casos, siendo una característica frecuente.
  • Afectación bilateral: en la mayoría de los casos, ambas mamas presentan características tuberosas, aunque pueden manifestarse en diferentes grados.

Postoperatorio

Después de la intervención, la paciente permanece en observación durante unas horas y, en la mayoría de los casos se recomienda una noche de hospitalización para garantizar una recuperación inicial segura.

Durante las primeras semanas pueden presentarse molestias leves, inflamación y cierta alteración en la sensibilidad de la zona intervenida. Estos efectos son normales y tienden a disminuir de forma progresiva.

Es fundamental utilizar un sujetador postquirúrgico durante el primer mes para favorecer la sujeción y el proceso de cicatrización. También se aconseja evitar esfuerzos físicos, levantar peso o realizar ejercicio hasta que el Dr. Arán indique que es seguro retomarlos.

El seguimiento postoperatorio incluye visitas de control para evaluar la evolución y asegurar una recuperación adecuada. La reincorporación a la rutina diaria suele producirse entre una y dos semanas después de la cirugía, aunque el resultado definitivo se aprecia de forma progresiva, generalmente a partir del tercer mes.

Posibles complicaciones

La corrección de mamas tuberosas es una intervención compleja que requiere una planificación quirúrgica detallada, dado que se trata de una malformación mamaria que afecta no solo al volumen, sino también a la forma, distribución del tejido glandular y posición de la areola. Aunque los resultados suelen ser altamente satisfactorios, como en toda cirugía, existen ciertos riesgos y complicaciones que deben tenerse en cuenta y que en Clínica Dr. Arán abordamos con un equipo médico especializado en cirugía mamaria correctiva.

Entre las posibles complicaciones se incluyen:

  • Asimetría residual: A pesar de una planificación quirúrgica precisa, puede persistir una leve diferencia entre ambas mamas. En casos puntuales, puede requerirse un retoque posterior.
  • Alteraciones en la sensibilidad del pezón o areola: La redistribución de los tejidos puede provocar una disminución o aumento de la sensibilidad. Estos cambios suelen ser temporales, aunque en algunos casos pueden prolongarse en el tiempo.
  • Cicatrización anómala o queloides: Aunque en la mayoría de los casos las cicatrices son discretas, algunas pacientes pueden presentar cicatrices más visibles o hipertróficas, especialmente si hay predisposición genética.
  • Riesgo de contractura capsular: Como en cualquier cirugía con prótesis, puede presentarse una contractura de la cápsula que rodea el implante. Esta complicación puede generar endurecimiento o deformación y, en casos avanzados, dolor o necesidad de reintervención.
  • Infección o hematoma: Aunque poco frecuentes, pueden aparecer complicaciones postoperatorias como acumulación de sangre (hematoma) o infecciones que requieran tratamiento antibiótico o drenaje.
  • Rotación o desplazamiento del implante: Especialmente si se utilizan prótesis anatómicas, puede haber un riesgo leve de que el implante se mueva. Esta situación puede requerir corrección quirúrgica.
  • Necesidad de cirugías complementarias: Dada la complejidad anatómica del pecho tuberoso, en algunos casos puede recomendarse una segunda intervención para perfeccionar el resultado o ajustar pequeños detalles estéticos.

En Clínica Dr. Arán, todos nuestros tratamientos se realizan tras una valoración médica minuciosa, con técnicas personalizadas y seguimiento estrecho en el postoperatorio para minimizar cualquier complicación. Nuestra experiencia en cirugía reconstructiva y estética mamaria nos permite ofrecer resultados armónicos, seguros y adaptados a cada paciente.

Preguntas frecuentes

Son una malformación mamaria congénita que implica una base mamaria estrecha, surco submamario alto, areolas prominentes y una forma tubular. Puede afectar a una o ambas mamas, causando incomodidad estética y alteraciones psicológicas.

El tratamiento suele combinar remodelación de tejido, liberación del polo inferior (scoring o incisiones radiales), reducción de areolas y colocación de prótesis mamarias para lograr un contorno armonioso.

Se realiza bajo anestesia general. Las molestias posteriores se controlan fácilmente con medicación.

La intervención dura unas 2  horas. Normalmente requiere una noche de hospitalización para observar la evolución inicial.

  • Reincorporación laboral en 4‑5 días, según el caso.
  • Ejercicio ligero a partir de la segunda semana y actividades intensas después de 4‑6 semanas.

Sí, la corrección es duradera y estable, siempre que se mantenga un estilo de vida saludable. Las cicatrices mejoran notablemente entre 12‑18 meses.

Dependiendo del grado de corrección, en algunos casos la lactancia podría verse afectada. Es importante comentarlo con el cirujano antes de la intervención.

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Un equipo de confianza

El equipo de Clínica Dr. Arán es un equipo con el que puedes contar. Tenemos más de 30 años de experiencia en el campo de la medicina y cirugía estética. Nuestra maestría y dedicación nos permiten ofrecer un servicio de calidad, personalizado y cuidado hasta el más mínimo detalle para obtener resultados idóneos.

Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.

 

Médico con formación en Medicina Cosmética y Estética y en Medicina del Envejecimiento Fisiológico.

Médica cirujana con especialización en Longevidad y Estilo de Vida Saludable.

Enfermera. Atención al paciente y coordinación. 

 

Licenciado en Medicina y Cirugía, Facultad de Medicina de la Universidad Central de Barcelona

Licenciado en Ciencias Básicas mención en Biología. Universidad de Balamand.

Médica cirujana, con especialización en Longevidad y Estilo de Vida Saludable.

Diplomada en Enfermería.
Enfermera de Medicina y Cirugía Estética y Plástica.